Las persianas y cortinas son elementos imprescindibles en el hogar, ellas regulan el paso de la luz, aportan privacidad a tus estancias, aíslan el ruido externo, brindan protección del frío y calor. De allí la importancia de cuidarlas para ayudar a prolongar su vida útil durante el mayor tiempo posible. Aunque parece una tarea complicada, existen algunas claves infalibles para mantener persianas como nuevas.
¿Cómo mantener persianas en perfecto estado?
Limpiar las persianas contribuye a al buen aspecto de tu hogar mientras previene que se deterioren, pero realizar una limpieza esporádica no es suficiente si lo que quieres es reforzar su durabilidad y aspecto impecable. Para mantenerlas como el primer día te daremos algunos trucos que no podrás dejar pasar.
- Antes de limpiarlas: el primer paso antes de proceder con la limpieza profunda de tus persianas y cortinas es aspirarlas muy bien, de este modo retiras la mayor cantidad de polvo facilitando la limpieza posterior. Además este paso reduce el tiempo de trabajo y evita que las persianas se manchen o demoren mucho en secar.
- Mantén la correa limpia: la correa de las persianas es uno de los elementos que suelen pasarse por alto, limpiarla con regularidad favorece el cuidado de las mismas y permite que duren mucho más tiempo. Pero si notas que se deterioran lo mejor es reemplazarlas lo antes posible.
- Sécalas muy bien: al momento de limpiar tus persianas es esencial que no las dejes secar por si solas. La clave está en secarlas suavemente con un trapo limpio para evitar que queden huellas o manchas que estropeen su aspecto limpio y elegante.
La limpieza
- Limpieza interior: para limpiar la parte interna de tus persianas impregna un paño con producto ideal para cada tipo de material y limpia con delicadeza. Por ejemplo, si la persiana es enrollable ve bajándola con cuidado, limpia, seca bien y vuelve a enrollar. Así subirá completamente limpia y como nueva.
- Limpieza exterior: la parte externa de las persianas es mucho más difícil de limpiar, pero el truco ideal es disponer un paño con el producto de limpieza y sujetarlo a un palo bastante largo, comienza a bajar la persiana poco a poco y ve limpiando todo su exterior cubriendo la mayor área posible. Igualmente asegúrate de secarla antes de finalizar.
Si pones en práctica estas claves para mantener persianas, lograrás que permanezcan intactas y como recién compradas durante mucho tiempo.